PMFL Arquitectura
ARC LUMÍNIC
Lluèrnia 2023
LumbLab 2024
En el silencio de la noche, emerge un arco lumínico de ocho metros de altura como una escultura efímera en el corazón de la ciudad. La estructura metálica, delicadamente diseñada, se eleva majestuosamente en medio de la oscuridad, lista para tejer su historia lumínica en el lienzo nocturno.
La base del arco, formada por una serie de travesaños metálicos, se erige con gracia y fuerza, desafiando la gravedad con su presencia esbelta. Colgando de esta estructura, hilos blancos se entrelazan con precisión, tomando la forma de un arco celestial que se eleva hacia el cielo estrellado. Cada hilo, como una partitura musical, está afinado para bailar al ritmo de la luz.
La noche se sumerge en una paleta de oscuridad, y el arco está en silencio, esperando el momento. Entonces, como un susurro en la brisa nocturna, las luces comienzan a parpadear a lo largo de los hilos. Dos paneles LED estratégicamente colocados se encienden, revelando la estructura oculta a la sombra y tejiendo un resplandor suave y cautivador que rompe la monotonía de la noche.
Los transeúntes, al principio, solo notan destellos de luz entre los árboles. Pero a medida que se acercan, el arco lumínico se revela por completo, como una joya nocturna que deslumbra a quienes la contemplan. La altura del arco, combinada con la delgadez de los hilos, crea la ilusión de que flota en el aire, una estructura etérea que desafía la realidad terrestre.
A medida que se apaga el sol, los hilos del arco cobran fuerza. El arco se transforma en una paleta caleidoscópica, pintando la noche con una expresión artística que cambia con cada destello de luz. La ciudad, envuelta en la oscuridad, se convierte en el telón de fondo perfecto para esta obra de arquitectura efímera.
La gente se congrega alrededor, cautivada por la magia del arco lumínico. Murmullos de admiración y sorpresa se mezclan con el sonido tenue de la noche. Algunos se sientan en silencio, absorbidos por la danza de luces y sombras, mientras que otros toman fotografías, deseando congelar el momento efímero en sus recuerdos.
A medida que avanza la noche, el arco se convierte en el epicentro de una experiencia urbana. Un punto de encuentro, un faro efímero que guía a aquellos que buscan un momento de inspiración en la oscuridad. La arquitectura y la luz se fusionan en una simbiosis única, transformando el espacio urbano en un escenario para la creatividad y la contemplación.
Pero como todas las maravillas efímeras, el arco lumínico finalmente cede ante la llegada de la madrugada. Las luces se apagan, los hilos desaparecen a la luz del día, y la estructura metálica vuelve a ser una silueta discreta en el paisaje urbano. Sin embargo, la memoria arquitectónica de ese arco lumínico perdurará en la mente de quienes lo vivieron, una experiencia fugaz que iluminó la noche y dejó una huella brillante en la imaginación de la ciudad.
